Chaco Seco

 ¿Alguna vez le prestaste atención a los durmientes del ferrocarril? Son las vigas de madera que corren a lo largo de los rieles y se multiplican a lo largo de los miles de kilómetros del sistema ferroviario que la Argentina instaló en todo su territorio entre los fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. ¿De dónde salió toda esa madera? 

Salió del Chaco Seco, una ecorregión comprendida principalmente por casi la totalidad de las provincias de Santiago del Estero, las mitades occidentales de Chaco y Formosa, y parte de La Rioja y Córdoba. Se caracteriza por bosques y sabanas, donde dominan los quebrachos y los algarrobos, árboles de valor cultural, gastronómico y económico para la Argentina. Los animales terrestres más grandes de la Argentina se encuentran en esta ecorregión, aunque cada vez más disminuidos. Dos de los más emblemáticos: el tatú carreta y el oso hormiguero, son los que aparecen en el poster de Estampita.

Lamentablemente en pocos lugares de la Argentina golpeó de forma tan dura la colonización como en esta región, que fue escenario de un proceso de deforestación extractivista acompañado de una ausencia total del estado. El resultado de este proceso fue una explotación minera de los bosques, destruyendo el patrimonio natural y cultural de la región y empobreciendo su economía. 

El Chaco Seco forma parte de un bioma más grande, conocido como Gran Chaco, que Argentina comparte con Paraguay y Bolivia, que sigue siendo hoy uno de los frentes de deforestación más importantes a nivel mundial. En los ùltimos 35 años se perdieron 12 millones de hectáreas de bosque nativo, un 20% de su superficie original.

Por su historia y por su presente, el Chaco es una de las ecorregiones de Argentina que más protección necesita. Pero no se puede proteger lo que no se conoce. Por eso elegimos que forme parte de la colección de Bioma.